David Otero nos adelanta una nueva canción de su nuevo álbum Otero y Yo. En colaboración con Marta Soto, ambos interpretan ‘Castillo de Arena’, tema incluido en su primer disco que sirvió como carta de presentación de su carrera en solitario.
Así habla de la colaboración David Otero:
Cuando empecé a buscar canciones para lo que sería mi primer disco (Nada-Lógico) entre las maquetas que más me gustaban estaba esa canción que había compuesto en Argentina: “Castillo de Arena”. La grabé y le di un aire algo más electrónico y misterioso. Cuando pensamos en mi primera canción para presentar mi carrera en solitario, todo el equipo coincidió que era la canción más especial del disco.
Han pasado ya diez años desde que vio la luz, y durante este tiempo, siempre ha sido protagonista en mis conciertos y en las conversaciones que de vez en cuando intercambias con aquellos que disfrutan de tu música, “Es mi canción favorita”- me han comentado en numerosas ocasiones.
Cuando Otero y Yo empezó a tomar forma, pensé en acercar todavía más aquella canción al mar, en este caso al sur. Llamé a Marta Soto, con la que ya había compartido algunos ratos en camerinos de amigos, y le pregunté cómo se vería dentro de la canción. Le conté la historia de la canción y le expliqué que la letra narraba una historia de amor entre una playa y una chica que pasaba los veranos tumbada en su arena. Dos realidades tan lejanas, una como un Dios de la naturaleza, ofreciendo su paisaje y su agua azul turquesa y ella, incapaz de entender el amor que la playa le enviaba en forma de paisaje, pero a su vez enamorada de cada pisada de sus pies descalzos sobre la arena. Así nos dividimos los roles a la hora de cantarla y nos hipnotizamos con lo bonito que sonaba todo a dos voces. trabajamos toda esa tarde en cómo estructurar la letra para que encajásemos a la perfección y le enviamos una propuesta a Tato Latorre. Volvimos a quedar unas pocas semanas después para producir el tema junto a Dani Ruiz (productor, músico y manager de Marta) y con sus mágicas manos al piano, acabó de encajar todo. Marta aportó su melodía, sus giros, su personalidad y de forma mágica, acercó la canción aún más a la playa. Sólo con su esencia, ya sonaba más a Mar que nunca.
