Los presentamos como materia cósmica celeste, ahora regresamos orgullosos para mostrarlos como ángeles terrenales rebelados contra la ansiedad y la culpa en ‘Bacilococo’, la segunda de cinco entregas mensuales con las que No se a quién matar, desde Casa Maracas, se manifiestan al mundo.
Con Broadcast o Stereolab como tutores en la primera etapa de su formación, No sé a quién matar cobra conciencia de su propia fuerza y da comienzo al festejo del desgarro con ‘Bacilococo’, electricidad y electrónica en máquinas de pop de gran calibre para burlar, al ritmo enloquecido de las circunstancias, la dificultad de ser uno mismo y distinto a los demás, pero con los demás.
Armonizan su temperamento con la velocidad del mundo desde un punto equidistante de la salida de emergencia y de la pista de baile. Nos invaden y se multiplican en nosotros.