En una noche fría, Alice Merton de repente nota que algo está mal mientras espera en la fila para entrar al club. Aunque está rodeada de amigos y extraños desinteresados, tiene la sensación de que está siendo observada. Parece ser que cada paso que da está siendo evaluado por un jurado invisible. Qué paradoja: hasta hace poco tiempo se estaba presentando frente un público de millones en The Voice Alemania o en escenarios alrededor del mundo. Pero estas inofensivas visitas a clubes la están haciendo sentirse con miedo.
Con cada paso más cerca de la gran puerta de hierro, su pulso se acelera; con cada estruendo de bajo desde el interior del club, se siente peor. Una punzada de mareo – un vértigo – la desequilibra. Antes de que se aproxime la siguiente ola de inquietud, toma una decisión abrupta y se despide, dirigiéndose de vuelta a casa y dejando a sus amigos confundidos.
La mañana siguiente llegó con impotencia. ¿Qué fue eso? ¿Cómo es posible que te encante tocar frente a una audiencia y derramar tu alma en canciones y al mismo tiempo, entrar en pánico cuando quieres salir y bailar? Expresarte con confianza frente a millones de espectadores en televisión, pero temer el juicio de extraños. Y de cualquier forma: ¿no puedes ser ambas? Valiente y suave, confiada y tímida, estable y alterada por el vértigo.
En ‘Vertigo’, el primer sencillo de Alice en 2021, la mujer de 27 años de edad describe el largo camino que va de la incertidumbre a la autoestima. Hace énfasis en la intranquilidad que se apodera de ella una y otra vez, el pensamiento: “¿Por qué no lo puedo dejar ir?” Estos pensamientos y emociones contradictorias que son tan cercanas a nosotras se resumen finalmente en un efecto abrumadoramente positivo: ‘Vertigo’ te deja empoderada en lugar de ansiosa: gracias a un poderoso arreglo de indie pop con guitarras distorsionadas y la voz impecable de Alice Merton. El resultado suena a la British Invasion, sin dejar espacio para la duda.
Con sus cualidades energéticas, ‘Vertigo’ alimenta el apetito a festivales de verano y conciertos que, definitivamente, regresarán en algún momento. En gran parte responsable de esto es su productor canadiense, Koz, nominado a varios premios Grammy y quien ha trabajado con Dua Lipa (“Physical”), entre otros. Aquí, también, añade sobre lo que ya había hecho que Alice Merton destacara del resto – su atractivo pop clásico – con una actitud indie sin compromisos. Esto permite que Alice dé otro gran paso: ella anima a una generación alterada y a sí misma a pensar que pronto volverá a haber veranos tranquilos otra vez. Que podrás bailar de nuevo y recostarte en los brazos de alguien. Que está totalmente bien tener diferentes facetas y no siempre tener claridad, y que la fortaleza y la debilidad no se excluyen mutuamente.
Y más importante que tener presente que este mareo, este tambaleo (este vértigo)… también pasará.